Otro magnifico artículo de Don Antonio Burgos publicado en ABC el 9 de Marzo sobre la muerte de Hugo Chavez, su ataúd, y sus tontos en Andalucia.
Chávez,
qué chévere
Escuché por la radio a Maduro anunciando la
muerte de Chávez y, aparte de recordarme el temblor de la voz de Arias
Navarro en TVE tras el fallecimiento del otro Caudillo, me pareció que
era de cachondeo: que mi compadre Alfonso Ussía estaba imitando el habla
caribeña de Floro Recatado o de uno de sus divertidos personajes
sudamericanos en "Protagonistas" de Luis del Olmo. Las dictaduras acaban
pareciendo caricaturas de sí mismas. Venezuela es líder en la
producción de telenovelas, lo que explica perfectamente que hayan
montado este un culebrón televisivo con la muerte del dictador. ¿Quién
ha dicho que con la dictadura Venezuela está atrasada? Venezuela acaba
de hacer una aportación cumbre al I+D+I: la invención del ataúd sin
muerto y del entierro sin cadáver. Y quiere convertir el fiambre de
Chávez en charcutería fina de la galería del coleccionista de grandes
genocidas del comunismo mundial como Lenin, Mao Tsé Tung o Ho Chi Ming.
Si todo esto quedara allí, no habría el
menor peligro. Lo malo es que los culebrones tienen mucha audiencia en
Andalucía, y más el culebrón de Chávez, el primer dictador cursi que dio
la Historia. Los dictadores, hasta ahora, no eran cursis. Chávez era un
hortera, que implantó el uso del chándal de Fidel Castro como prenda de
etiqueta de las dictaduras. El chaqué es el uniforme de las democracias
y el chándal, de las dictaduras. El chándal nassssional. Que es el que
Izquierda Unida quiere ponernos a todos los andaluces, según ese gachó
que pretender importar "el socialismo del siglo XXI", que por la parte
de Siglo XXI me suena a socialismo de Paloma Segrelles, que no es
absolutamente nada partidaria del socialismo.
No tendría mérito si yo dijera que esto de
traer el chavismo a la Andalucía del otro Chaves, lo del "Chávez, qué
chévere" que ha pedido uno de IU, un tal José Antonio Castro (Castro
tenía que ser, joé, como Fidel, con la de apellidos que hay en el mundo)
es una jodida barbaridad. Sí lo tiene que lo diga, y muy razonadamente,
Fernando Santiago, un hombre de izquierdas, uno de mis articulistas de
cabecera, que escribe unos textos llenos de sensatez y gracia en "Diario
de Cádiz" y en su blog, que fue concejal del PCE en la primera
corporación municipal democrática, que ahora preside la Asociación de la
Prensa de la Cuna de la Libertad y que ha dicho sobre los compañeros
del vicepresidente Valderas y su glorificación del chavismo:
"No sé qué pensaría IU del presidente del
Gobierno español si hubiera mandado a la cárcel a los disidentes, al
exilio a dos millones de ciudadanos, hubiera ocupado todas las
instituciones del Estado, hubiera cerrado todos los canales de
televisión críticos con su gobierno, hubiera apoyado a los ayatolas y a
las dictaduras árabes, hubiera regalado el patrimonio nacional a otros
países y partidos (100 mil barriles de petróleo gratis cada día a Cuba,
10 mil diarios al Frente Sandinista), utilizase el dinero público para
su promoción personal, estuviera todo el día apelando a Jesucristo, le
dijera a su mujer por televisión "prepárate que esta noche te voy a dar
lo tuyo", hubiera participado en un golpe de Estado, presidiera un país
donde mueren cada día en las calles a balazos cientos de personas.
Sorprendente: cuando un partido carece de referentes políticos, se
agarra a un clavo ardiendo."
Lo malo de lo que propone el Castro de aquí
es la aplicación estética de este cante de ida y vuelta. No iba a ser
nada chévere. De momento Griñán se iba a tener que dejar el cogote de El
Pali, como Chávez. Y anda que Griñán iba a estar bonito con la boina
roja de Chávez, como si fuera uno del Regimiento de la Guardia de
Franco, del que por cierto fue oficial su señor padre. Y anda que
Valderas iba a estar bonito con la horterada del chándal que Maduro se
pone para los entierros. Como ha dicho el otro: si van en chándal a los
entierros, ¿cómo logroño se vestirán estos gachós para ir al gimnasio?
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