lunes, 28 de octubre de 2013

El honor del juez Mahoney

Fuente: El Mundo  27/10/2013 A FONDO.  Autor: Casimiro Gracia-Abadillo

 El honor del juez Mahoney
El rechazo del recurso de España contra la sentencia dictada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) del 10 de junio de 2012 contra la doctrina Parot, y sus consecuencias inmediatas, la liberación de Inés del Río y la próxima excarcelación de casi un centenar de etarras, ha provocado la lógica indignación de las víctimas del terrorismo y la estupefacción de la mayoría de los ciudadanos.
Es como si la Gran Sala hubiera hecho una enmienda a la totalidad a la política antiterrorista –en el marco de ella se encuadra la doctrina Parot– llevada a cabo en los últimos años y que ha llevado a poner de rodillas a ETA.
Hay que acatar la decisión del Tribunal de Estrasburgo porque España firmó un convenio que le obliga a ello. Pero lo que ha dictaminado dicho tribunal es, en esencia, una gran injusticia y tiene que ver con una concepción política, según la cual los miembros de ETA condenados por asesinato no son simplemente asesinos, sino que sus delitos están justificados de alguna manera por un fin superior de carácter político.
Lo expresó de forma meridiana el miembro español del citado tribunal, Luis López Guerra, cuando, en el año 2000 y siendo vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, afirmó: «El problema vasco no es penal, creo que todos estamos de acuerdo; es un problema político muy complicado».
López Guerra fue nombrado por el Gobierno de Rodríguez Zapatero miembro del TEDH, en el contexto de una negociación abierta con ETA. Por tanto, no es de extrañar que este magistrado se haya constituido en el gran agitador ideológico contra la doctrina Parot, para escarnio del Gobierno, que ordenó a la Abogacía del Estado recurrir el fallo de junio de 2012.
Sorprende la postración intelectual que han mostrado analistas, políticos e incluso juristas respecto a la sentencia del Tribunal de Estrasburgo. Como aceptando una superioridad moral o técnica más que dudosa.
Afortunadamente, entre los 17 miembros del TEDH, no todos aceptaron la interpretación de que a Inés del Río se le había alargado la pena de cárcel aplicándole retroactivamente una regulación posterior a su condena. Recomiendo a los partidarios de callar y mirar para otro lado que se lean el voto particular del juez Paul Mahoney, quien, en su escrito, al igual que hizo el Tribunal Supremo, avaló el Constitucional y sostuvo en su recurso el abogado del Estado, distingue perfectamente entre la pena y la ejecución de la condena.
Lo sorprendente es que, según Mahoney, el TEDH haya actuado contra su jurisprudencia, establecida en tres casos: Hogben contra el Reino Unido (marzo de 1986); Uttely contra el Reino Unido (29 de noviembre de 2005) y Kafkaris contra Chipre (2008). Al igual que en esos procesos, Mahoney establece que la doctrina Parot no ha roto la línea que separa la condena (en el caso de Inés del Río, 30 años) y la regulación de su aplicación. Porque el artículo 7 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, cuya violación argumenta la sentencia, sólo puede ser invocado si se produce una efectiva modificación de la pena.
Como bien dice Mahoney, esa concepción, «en lenguaje ordinario, les llevaría a tomar la pena impuesta en la sentencia y las posibles modalidades de remisión o libertad condicional como un paquete». Es decir, siguiendo la lógica del criterio establecido por el TEDH, la pena impuesta a Del Río no serían 30 años, sino el resultado de restarle a dicha cantidad las remisiones a las que podría tener derecho, que, por cierto, le fueron aplicadas de forma bastante generosa.
Evidentemente, lo esencial de este caso no es que Del Río permanezca en prisión cuatro años más (en otros supuestos, la aplicación de la sentencia de Estrasburgo significará tan sólo adelantar la excarcelación unos meses o unos días, como en el caso de Juan Manuel Piriz). No. Lo relevante es la forma en la que algunos jueces afrontan e interpretan los crímenes de ETA.
La doctrina que ha servido de base a la sentencia del TEDH bebe de la discrepancia mostrada en los votos particulares del Supremo (Perfecto Andrés, José Antonio Martín Pallín y Joaquín Giménez) ante la doctrina Parot y también de los argumentos esgrimidos por los miembros del Constitucional que se opusieron a la misma (Elisa Pérez Vega, Luis Ortega y Adela Asúa). No es una casualidad que todos ellos compartan un determinado perfil ideológico próximo a la izquierda. Es decir, insisto, no estamos ante una discusión técnica, sino política.
En 1963, Hannah Arendt publicó su polémico y brillante Eichmann en Jerusalén. En el ensayo, la escritora y filósofa analizaba el juicio llevado a cabo en Jerusalén en 1961 contra el teniente coronel de las SS Adolf Eichmann, secuestrado por los servicios secretos israelíes en Argentina y trasladado ilegalmente a Jerusalén para ser juzgado y, posteriormente, condenado a morir en la horca.
También entonces hubo un debate sobre la retroactividad. En resumen, a Eichmann se le juzgó con arreglo a una ley de 1950, cuando sus delitos se cometieron entre finales de los años 30 y principios de los años 40. Es más, cuando el oficial nazi organizó los traslados de judíos a los campos de exterminio, esa actividad no era ilegal en Alemania y él la llevó a cabo siguiendo «órdenes superiores».
«La cuestión de la culpa o la inocencia individual, el acto de hacer justicia tanto al acusado como a la víctima es la única finalidad de un tribunal de lo criminal», concluye Arendt.
Esa es la cuestión fundamental: ¿ha hecho justicia la sentencia del TEDH? ¿Ha tenido en cuenta que estamos ante una banda terrorista que ha cometido casi 1.000 asesinatos y que aún sigue activa? ¿Ha valorado la falta de arrepentimiento de la condenada? No. Eso parece obvio y eso es lo que enfurece a las víctimas y a la sociedad. Algunos jueces consideran que la finalidad política, la pertenencia a ETA, no es sino un atenuante de la conducta criminal.

domingo, 27 de octubre de 2013

Miguel Servet, bilbaínos y la perla de Tomás Gómez

Tal día como hoy de 1553 murió quemado vivo en Ginebra (Suiza) por orden de Calvino.
Su nombre auténtico era Miguel Serveto y Conesa, alias "Revés". Llamado también Miguel de Villanueva, Michel de Villeneuve o, en latín, Michael Servetus.
Miguel Servet es en muchos aspectos uno de los hombres más notables del siglo dieciséis; mientras que la trágica muerte que sufrió le convirtió en el primer y más insigne mártir para una fe cuya trayectoria estamos recorriendo. Los documentos sobre la vida de Servet son escasos e inconsistentes y las lagunas que contienen se han completado con toda una serie de conjeturas que, tal y como se ha demostrado posteriormente, han resultado ser erróneas.
Miguel Servet (1511-1553), médico y teólogo español, fue ejecutado por el gobierno calvinista de Ginebra a causa de sus creencias. Nacido en Villanueva de Sijena, provincia de Huesca, estudió derecho en la universidad de Toulouse, medicina en las universidades de París y Montpellier y teología en Leuven. A partir de 1540, practicó la medicina en Vienne, Francia, donde también ejerció como médico personal del arzobispo. Alrededor de 1540 empezó a mantener correspondencia con el teólogo protestante francés Calvino.
A pesar de que seguía considerándose católico, aunque sólo fuera de nombre, describió su herética oposición al concepto de la Trinidad y solicitó permiso para visitar la teocrática ciudad de Ginebra. Una vez allí fue arrestado, acusado de herejía y blasfemia contra el cristianismo, y quemado en la hoguera el 27 de octubre de 1553.
Los pensamientos teológicos de Serveto fueron duramente mucho tiempo criticados por los católicos y protestantes de su época. En 1531, repudió, en su De Trinitatis Erroribus (De los errores sobre la Trinidad), la personalidad tripartita de Dios, así como el ritual del bautismo, y en 1532 escribió Dialogorum de Trinitate Libri Duo (Segundo libro de diálogos sobre la Trinidad).
Sus contribuciones científicas fueron asimismo notables, pues fue el primero en describir la circulación pulmonar en Christianismi Restitutio (Restitución del Cristianismo), publicado poco antes de su muerte en 1553.

BILBAÍNOS 

Va uno de Bilbao conduciendo su recién estrenado coche, por la autovía, dirección San Sebastián, cuando en una de las curvas, se sale de la carretera y se pega “la gran hostia”, quedando el flamante coche completamente abollado.
El bilbaíno sale del coche, y empieza a mirar el mal estado en que ha quedado su flamante coche y en éstas pasa un donostiarra, y viendo lo mal que estaba el de Bilbao, detiene su coche, y le dice :
- No te preocupes, hombre, si quieres dejar el coche, tal y como estaba antes, no tienes mas que soplar por el tubo de escape, y a medida que se vaya hinchando, irán desapareciendo las abolladuras.Dicho esto el donostiarra vuelve a montarse en el coche y deja al bilbaíno manos a la obra.
El bilbaíno todo agradecido, se tumba en el suelo, y empieza a soplar por el tubo de escape, como le había dicho el donostiarra y en éstas que pasa otro de Bilbao, que al ver a su paisano tumbado en el suelo, decide detenerse para echarle una mano.
El bilbaíno accidentado cuenta a su paisano lo que le ha sucedido, y el brillante consejo que le había dado el donostiarra.
El último bilbaíno en llegar, mira atónito al bilbaíno accidentado, y le dice:
- ¡¡TU ERES TONTO O QUE!!... como piensas que se va a hinchar el coche soplando por el tubo de escape…………. SI TIENES LAS VENTANILLAS BAJADAS.


LA PERLA DE TOMÁS GÓMEZ

"Siempre hemos estado al lado de las víctimas, frente a ETA, y nos hemos manifestado siempre con las víctimas frente a ETA" 25/10/2013. Intentando justificar el porque el PSOE y el mismo no asistirán a la concentración convocada para el domingo por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) para protestar por la anulación de la doctrina Parot por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.

* Tomás Gómez es secretario general del Partido Socialista de Madrid y portavoz del mismo en la Asamblea de Madrid.
Este individuo MINTIÓ una vez más como es norma en él y en su partido y datos hay en las hemerotecas y aún para justificar más su miserable respuesta a que si iban a ir a la concentración siguio diciendo "si algo caracteriza a la democracia, y a un demócrata, es el respeto al Estado de Derecho, gusten más o menos sus decisiones". "Es la condición de la convivencia en democracia", como si los que van a estar en la Plaza de Colon de Madrid no son demócratas. 
Lo dice un sinv... como tambien lo dicen otros como Odón Elorza del partido que ha hecho que Eta este en las Instituciones y que ha trabajado denodadamente porque la sentencia del TEDH sea favorable a los asesinos terroristas.
Este el tipo que quiere ser presidente de la Comindad Autónoma de Madrid, ¡¡¡que el Señor nos coja confesados!!!

sábado, 26 de octubre de 2013

Derecho de barricada

El autor cuenta las vicisitudes que tu que pasar el pasado jueves para poder ejercer SU derecho a trabajar y como algunos estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid son unos sectarios que solo entienden de SUS derechos pero no respetan los de otros.
De las practicas comunista/facistas utilizadas contra el autor, como mucho otros huelgistas y contrario a la LOMCE no tiene ni idea de esta y menos aún que es el mismo rectorado de la Universidad quien les sube tasas que no reportan en su benficio, pero de esta no dicen nada.

Fuente: El Mundo 25/10/2013 LA OPINIÓN. Autor: José Luis Dader

Derecho de barricada
Soy un tipo violento. Profesor de la Complutense por más señas. Ayer llego a mi Facultad y me la encuentro cerrada, con una barricada o persianas metálicas en cada acceso. Estamos en huelga por decreto. Un puñado de estudiantes, no más de 30 o 40, están distribuidos en las puertas del edificio y bloquean desde dentro con mobiliario cruzado cualquier intento de entrar en él.

Apelo a mi libertad individual para llegar siquiera a mi despacho, donde me esperan un puñado de tareas urgentes al servicio de los estudiantes (certificados de admisión en el doctorado o tonterías parecidas por las que algunos viajan de lejos o negocian dispensas laborales para resolverlas). El puñado de revolucionarios que me toca en suerte me dice que su «derecho a la educación es inalienable» y por ello no pueden permitir que nadie cometa la «indignidad moral» de saltárselo. Yo decido saltármelo, empujo el mobiliario y paso dentro. Mientras seis o siete me rodean para evitar que avance un paso más, otro me acusa de violencia y de causar destrozos en el mobiliario público (un par de papeleras se han caído al intentar yo abrirme camino). Cinco minutos antes encontré averiado el dispositivo eléctrico de entrada al aparcamiento de empleados. Se conoce que esa parte no es material público y la plancha de cristal roto atravesada contra una escalera lateral, tampoco.

Podrían haberme partido la cara, pero tengo suerte: resulta que invocan a Gandhi. Se me ocurre defender a voz en grito la libertad individual y algunos sacan sus cámaras y me fotografían. Les digo que eso sí que es violencia y me responden que es sólo periodismo. Me afean incluso que un profesor en la materia no sepa algo tan básico. Por cierto, que varios de los refuerzos que han acudido a reorganizar la barrera se tapan la cara con bufandas o pasamontañas, no vaya a ser que yo haga también periodismo con ellos. Les recuerdo que las fotos de identificación en las manifestaciones eran típicas de la secreta franquista, del KGB, la Stasi o la policía de Pinochet y se indignan por mis odiosas comparaciones. Pienso que los polis represivos pueden copiar el hallazgo y decir que practican fotoperiodismo cada vez que toman imágenes de quienes causan disturbios. Al fin y al cabo la retórica también es pública y nadie tiene derecho a quedársela para sí solo. A todo esto, se me va el hilo de lo que escucho mientras me fijo en las cámaras y móviles que utilizan mis antagonistas para pasarme luego por sus redecillas sociales. A mí me costaría permitirme cualquiera de los modelos que utilizan, con mi congelado y disminuido salario desde hace cinco años. Pero, como me increpa alguno, ellos son hijos de madres trabajadoras que no pueden pagar las matrículas y yo alguien despreciable que vive sin necesidades.

Me dejan por imposible y camino hasta mi despacho por pasillos a oscuras. La toma de la Bastilla también ha previsto que los cuadros de luces queden cortados mientras las señoras de la limpieza hacen lo que pueden en penumbra, porque a ellas la huelga, a diferencia de los estudiantes, les supondría una jornada sin salario. En vista de que no podré ni encender el ordenador, acudo a la entrada. El panorama es el mismo. La decana y la gerente están delante del piquete, pero guardan un silencio franciscano. Al menos intentan que los devotos de Gandhi no cambien de icono sobre la marcha y se organice, como alguien está recordando, lo del miércoles en otra Facultad: derribo de mesas y hasta de cafés con leche a quienes no se mostraban suficientemente solidarizados. Resulta que, en nuestro caso, la cafetería es el único lugar accesible, remanso de paz en la retaguardia porque probablemente a mitad de la acción algo habrá que respetar y será la hora del bocadillo.

No me ponen trabas para salir por la puerta principal, pero tras mi paso una cadena humana se apiña para impedir que ningún otro ose utilizar el edificio público a capricho privado. Un estudiante intenta penetrar y es rodeado y repelido hasta que desiste. Me vuelve a dar otro ataque de violencia antiuniversitaria y les increpo otro poco por su tufo bolchevique, ante lo cual me cae otra lluvia de fotos. Sintiéndome un poco la estrella del día –unos cuantos profesores y funcionarios siguen la escena a prudente distancia y muda actitud–, decido irme, pues no en balde las nuevas tecnologías me permitirán la estupidez de seguir trabajando desde casa los múltiples asuntos que tengo que atender para mis estudiantes.

Por el camino pienso en un detalle que olvidé preguntar a los huelguistas: ¿contra quién ejercen su protesta? Aunque, cargado de prejuicios como estoy, creo saber la respuesta. Nuestro Rector, en cambio, debe estar bien a salvo de semejante afrenta. Como carece de una uve doble en su apellido no será motivo de wertgüenza. Porque además, cada vez que puede, manifiesta su simpatía con quienes ejercen en nombre de todos el poder de cerrar centros y pisotear los derechos individuales de los universitarios a los que dice servir. En ésta y en anteriores ocasiones sus pactos sindicales para los servicios mínimos jibarizados contribuyen todo lo que esté en su mano para que el titular del campus sea el de la indignación contra el Gobierno.

Al parecer no cabe indignarse con que, so capa de los recortes, nuestro rectorado pretenda cobrar dos veces las tasas de algunas asignaturas en los másteres, y hasta le moleste que algunos profesores defiendan el derecho de los estudiantes para que no se cometa ese abuso. Tampoco parece que sea criticable que a los nuevos estudiantes de doctorado se les cobre 490 euros de matrícula y a cambio el equipo rectoral se niegue a destinar un solo euro al pago de sus actividades formativas. Ya se sabe que el voluntarismo de los profesores y el mantra del «coste cero» tendrán que obrar milagros. El dinero recaudado así –más de 60.000 euros sólo en la Facultad de Ciencias de la Información– sería ilícito que se aplicara finalistamente a actividades del doctorado, tal vez porque sea imprescindible en la nómina de altos cargos más cercanos al Rector.
Pero los chicos de las barricadas no parecen saber nada de esto. Ocupados como están con el Gran Objetivo no pueden distraerse con las incoherencias del pequeño timonel. Así que se afanan y ufanan con la adquisición de nuevas «competencias y habilidades» de la subversión urbana. Lo de conocimientos no es mencionable en el repertorio lingüístico que les han inculcado los pedagogos posmodernos, que tanto les han ayudado a alcanzar su actual grado de clarividencia.

* José Luis Dader es catedrático de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.

viernes, 25 de octubre de 2013

Montes Neiro y Henri Parot

Fuente: elmundo.es 22/10/2013 LINEA2. Autor: Ignacio Díaz Pérez

Montes Neiro y Henri Parot
Es fácil poner etiquetas. No sólo se habla de la derecha y de la izquierda. Con la naturalidad de quien pide una cerveza en la barra de un bar se acusa a unos y otros de pertenecer a la extrema derecha o de ser un radical de izquierdas sin que el buche se nos atragante, simplemente por discrepar.
Europa, que nunca ha mirado por los ciudadanos, está muy lejos de la calle, demasiado como para sentir en la boca del estómago el puñetazo seco del terrorismo. Es esa Europa que actúa buscando de reojo el plácet de los mercados o que, en más de una ocasión, se ha referido a los terroristas que llenaban de sangre esta piel de toro en que nos ha tocado vivir como "revolucionarios". Nos habla de Derechos Humanos y se olvida de los derechos de las personas.
En esa Europa de moquetas y coches oficiales no se ha olido nunca la sangre, ni el miedo. En esa Europa de burócratas con sueldos de seis cifras, las víctimas son sólo números, cuando las víctimas del terrorismo somos todos. Da igual el carné. Da igual el hambre. Henri Parot fue detenido en Sevilla de casualidad, conduciendo un coche cargado con más de 300 kilos de amonal con destino al centro mismo de la ciudad.
Era abril, en vísperas de la Semana Santa, cuando más gente hay en la ciudad. Pretendía volar la Jefatura de Policía, entonces radicada en el edificio de la plaza de la Concordia junto al mayor centro comercial que existía en aquel momento en la ciudad, prácticamente el único, y a sólo unos pocos metros de la plaza del Duque y la Campana, el lugar donde más gente, miles de personas casi a cualquier hora del día, se concentra para contemplar el paso las cofradías.
La masacre que podía haber causado aquel atentado aún hiela la sangre cuando lo recuerdas. A ese festín terrorista, como en la película de Gutiérrez Aragón, todos estábamos invitados. Henri Parot fue condenado a 4.800 años de prisión por un total de 82 asesinatos cometidos antes de su detención. El Tribunal Supremo adoptó en 2006 la llamada Doctrina Parot, según la cual las redenciones de pena debían aplicarse sobre el total de las condenas impuestas y no sobre el máximo legal permitido de permanencia en prisión que, según el ya derogado Código Penal de 1973, es de 30 años.
Inés del Río, la terrorista que ha promovido la revisión de su caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, fue condenada a 3.828 años de prisión por un total de 24 asesinatos. Ha cumplido 26 años y 3 meses de condena y en unos días estará en la calle. Miguel Montes Neiro, que nunca mató a nadie, pasó 36 años en prisión.
No es una cuestión de ser de izquierdas o de derechas. Tampoco es una cuestión, sólo de Derechos Humanos. También están los derechos de las personas. La sentencia del tribunal de Estrasburgo me apena.

lunes, 14 de octubre de 2013

El terror

El autor hace incapie a un pasado oscuro de España y a como los politicos gobernantes autores sentenciados no purgaron penas y como salio indemne en entonces llamado "señor X"

Fuente: El Mundo 11/10/2013 LA CRUZ DEL SUR. Autor: José Antonio Gómez Marín

El terror
El tristemente célebre subcomisario Amedo ha escrito un libro que se titula “Cal viva”. Un ajuste de cuentas desvergonzado presentado en una televisión ante de varios periodistas como parte de su “promoción” editorial. Daba horror asistir a esa exhumación del crimen de Estado en boca de un asesino a sueldo que no tiene nada que perder y mucho que ganar, asistir a la exhibición de los cadáveres y escuchar que “los políticos” eran quienes “pagaban” los crímenes y los mercenarios quienes los cobraban como si fueran piezas de una montería. No necesitó mucho esfuerzo Amedo en involucrar a González –como ya hiciera Garzón en su día—como el artífice máximo de una trama terrorista cuya existencia, según allí se dijo, conocía el Rey. Amedo explicó la mecánica de aquella trama: los políticos encargaban a unos mercenarios (él entre ellos) el asesinato de etarras por cuyos cadáveres se pagaban millones, pero, ojo, sin admitir fallos: a uno que se quejaba de no haberlos “cobrado”, le replicó Amedo con su argumento miserable: sólo se pagaba “sobre” cadáver; los supervivientes, no contaban. No recuerdo mayor exhibición de inmoralidad política y me estremezco todavía ante un hecho: la naturalidad con que ha podido llegar a hablarse de la cacería. ¿Cómo hemos podido olvidar esos años de plomo, cómo González se las ha averiguado para pasar indemne entre la balacera dialéctica, cómo la democracia ha podido aceptar que sus máximos responsables pagaran con unos míseros meses de cárcel antes de entrar en la cual fueron despedidos como héroes por el PSOE en peso con el ex-presidente del Gobierno a la cabeza? Dinero negro, maletines, fondos de reptiles, chivatos, documentaciones falsas, armas ilegales…, todo ese repertorio mafioso pudo verse en la pequeña pantalla. Como si tal.
¿Y se quejan de la Transición, hay quien le pone pegas a su desarrollo y aboga por una nueva, como si aquí no hubiera pasado nada, como si el Estado no hubiera funcionado durante años como un sindicato del crimen desde la cúspide a la base? Amedo es un resumen del cinismo nacional, de esa opinión masiva que justifica la barbarie de Estado aunque critique su chapucería. Pero no sólo Amedo. En nuestra crónica han pervivido asesinos y ladrones amnistiados por la desmemoria. Amedo, por lo menos, lo canta claro. Mi asco de la otra noche iba tanto por él como por ellos, que algunos creíamos, ay, que eran “los nuestros”…

Real Decreto 13 Octubre de 1843, catalanes separatistas y la perla de Oriol Junqueras

Hace 170 años un trece de octubre la Reina Isabel II decretaba como bandera Nacional la que actualmente tenemos (excepto el escudo). Aunque cierto es que en 1843 Isabel II tenía 13 años de edad, por lo que poca intervención pudo tener en la sustitución del color blanco de su dinastía por el rojo y gualda adoptado por su bisabuelo, para distinguir a los buques españoles de los de otras naciones.
Real Decreto de 13 de octubre de 1843.
"Siendo la bandera nacional el verdadero símbolo de la monarquía española, ha llamado la atención al Gobierno la diferencia que existe entre aquélla y las particulares de los Cuerpos del Ejército: tan notable diferencia trae su origen del que tuvo cada uno de sus mismos Cuerpos, porque formados bajo la dominación e influjo de los diversos reinos, provincias ó pueblos en que estaba antiguamente dividida la España, cada cual adoptó los colores o blasones de aquel que le daba nombre. La unidad de la monarquía española y la organización del Ejército y demás dependencias del Estado exigen imperiosamente que desaparezcan todas las diferencias hasta ahora han subsistido sin otro fundamento que el recuerdo de su división local, perdido desde bien lejanos tiempos.
Por tanto el Gobierno provisional, en nombre de S.M. la Reina Doña Isabel II, ha venido en decretar la siguiente:
Art. 1º Las banderas y estandartes de todos los cuerpos e institutos que componen el Ejército, la Armada y la Milicia Nacional serán iguales en colores a la bandera de guerra española y colocados por el mismo orden que lo están en ella.
Art. 2º Los cuerpos que por privilegio u otra circunstancia llevan hoy el pendón morado de Castilla usarán en las nuevas banderas unas corbatas del mismo color morado y del ancho de las de San Fernando, única diferencia que habrá entre todas las banderas del ejército, a excepción de las condecoraciones militares que hayan ganado o en lo sucesivo ganaren.
Art. 3º Alrededor del escudo de armas Reales, que estará colocado en el centro de dichas banderas y estandartes, habrá una leyenda que expresará el arma, número y batallón del regimiento.
Art. 4º Las escarapelas que en lo sucesivo usen los que por su categoría o empleo deben llevarlas, cualquiera que sea la clase a que pertenezcan, serán de los mismos colores que las expresadas banderas.
Art. 5º Los adjuntos modelos se circularán por todos los ministerios a sus respectivas dependencias, para que por todos los individuos del Estado sean conocidas y observadas las disposiciones contenidas en este decreto.
Dado en Madrid, a 13 de Octubre de 1843. = Joaquín María López. Presidente. = El Ministro de la Guerra. Francisco Serrano. "
  Bandera de Artillería de Marina (1844)          Bandera del Regimiento de Infantería de Málaga Número 40 
Bandera de Artillería de Marina (1844) y Bandera del Regimiento de Infantería de Málaga Número 40 Corresponde al Decreto de 13 de octubre de 1843.

VA DE CATALANES SEPARATISTAS 

Jordi Tarrega i Querols, orondo representante de la burguesía catalana y fiel votante de Convergencia, entra una mañana en su habitual sucursal de la Caixa de Catalunya y se dirige a un cajero: 
- Bon día, don Jordi. ¿Qui vols? 
- Bon día. Vengo a solicitar un crédito.
- Encantado de atenderle, don Jordi. Veamos...¿qué cuantía solicita? 

- Diez euros.
- ¿Diez...? Por favor, don Jordi: No es necesario solicitar un crédito por esa cantidad. Puede vd retirarlo de cualquiera de sus cuentas. ¿Se lo saco de su cuenta corriente o de su libreta de ahorro?
- ¡He dicho que quiero que se me conceda un crédito por Diez euros! ¡Si no me lo conceden, cancelo la cuenta, la libreta, el fondo de inversiones y me voy a otro banco!  

- ¡Oh, no, don Jordi, por favor! No me malinterprete. Desde luego no tenemos ningún inconveniente en concederle su crédito, faltaría más. ¡Bien...!, ¿qué plazo desea? 
- Un mes.
- Bien, como es un plazo corto le aplicaremos un interés de un 10%... y por ser vd. uno de nuestros mejores clientes, lo dejaremos en el 5%. ¿Le conviene?
- Molt ben. Como garantía, quiero dejar el Mercedes.
- ¿El Mercedes? ¡Pero, don Jordi! Por esa cantidad no es necesario que nos deje una garantía tan cara. Además, tratándose de vd, sobra cualquier garantía...
- ¡He dicho que quiero dejar de garantía EL MERCEDES! ¡Si no me lo aceptan, cancelo la cuenta, la libreta, el fondo de inversiones y me voy a otro banco!
- ¡Oh, no, no, don Jordi! ¡Por favor! Aceptamos con mucho gusto su garantía, claro que sí. Puede dejarlo en el parking de la oficina. Ahora, no tiene más que firmar aquí. Eso es. Muy bien, don Jordi. Muchas gracias y a su disposición. Hasta pronto.
Don Jordi llega a casa y se dirige exultante a su mujer:
- ¡¡Montserrat!! ¡Ya nos podemos ir de vacaciones! ¡¡¡ENCONTRÉ PARKING VIGILADO PARA EL MERCEDES DURANTE UN MES, Y POR SÓLO 10,50 EUROS!!!  


Una joven rebelde muy liberada, entra en un bar de uno de ERC completamente desnuda. Se para frente al cantinero separatista y le dice: 
- ¡Deme una cerveza bien helada! 
El cantinero separatista se queda mirándola sin moverse.   
-¿Qué pasa? -dice ella- ¿Nunca ha visto a una mujer desnuda? 
- Muchas veces.
- Y entonces ¿qué mira? 
- Quiero ver de donde va a sacar el dinero para pagar la cerveza.

Un separatista catalán va a casa de un amigo de ERC al entra ve que esta arrancando el papel pintado de su casa ...
- ¿Qué?, ¿Redecorando la casa?.
- No, de mudanza.


LA PERLA DE ORIOL JUNQUERAS i VIES

 "Es perfectamente compatible desear ser ciudadano de una futura república libre catalana, y por tanto votar que sí en un referéndum sobre la independencia de Cataluña, y al mismo tiempo sentirse emocional, cultural y lingüísticamente muy vinculado a España"
22/09/2013.  En una entrevista con la Agencia Efe en la que pide la doble nacionalidad, catalana y española.

* Oriol Junqueras es presidente de Esquerra Republicana de Catalunya. Está licenciado en Historia moderna y contemporánea y doctorado en Historia del pensamiento económico por la UAB. 
Como se puede apreciar por su estudios de tonto no tiene un pelo en todo caso se pasa de listo. Como buen catalán y haciendo honor a los tópicos siempre va con una mano por delante, otra por detrás y la boca abierta recogiendo todo lo que puede, es por eso lo de la doble nacionalidad en caso de una secesión de Cataluña del resto de España. Podría también exigir una triple o cuatrople nacionalidad donde cada uno quisiera. Este tipo ha ido va de una lado a otro sin ningún tipo de reparo, del "España nos roba" a exigir que se pueda tener doble nacionalidad. Lo mismo España no roba tanto como el dice.
Como decía antes el individuo parece muy listo, pero con poca memoria y pese a sus estudios no conoce la Historia de Cataluña y prefiere creer en la historieta inventada sobre la misma.

jueves, 10 de octubre de 2013

Nick Vujicic, ejemplo de superación y motivación personal

Cuando casi todos nos quejamos por todo, culpamos de nuestras "desgracias" o problemas económicos a otros, ejemplos como el de Nick Vujicic nos hace ver que simplemente somos unos acomodaticios que nos han quitado "el caramelo" de la vida facil y placentera que vivíamos hace unos años.
La vida de superación y motivación que nos muestra Nick debe ser nuestra guía para el futuro, por lo menos para mi lo va a ser.  


SUPERACIÓN Y MOTIVACIÓN PERSONAL 





"Mira que si esta noche ..."

IV Premios Periodísticos José Antonio Blázquez, organizado y patrocinado por el Sevilla, F.C., SAD.
Fuente: ABC  27/02/2013 Autor: José Félix Machuca

"Mira que si esta noche ..."
Así, como le habla el compadre a la oreja de su yunta, susurrando palabras con el alma, encomendando su azaroso deseo a la mueca indecisa del otro, mientras se apura el botellín, esa pócima sagrada de la maquinaria de nuestro ingenio, así es como la mitad de Sevilla, la que no es verde ni vive camino de Cádiz, se llena de esperanza diciéndole a lo más suyo: mira que si esta noche... Y pone puntos suspensivos. Y se le enciende el rostro como si estuviera en el altar de un quinario. Y todo él es una luminaria de sueños y de gozos. De esperanzas y deseos. De plegarias musitadas a escondidas porque eso de rezarle al Patrón de San Lorenzo para ganar un partido de fútbol, hermanos, es realmente cosa de locos. Pero estamos locos y sabemos lo que queremos. Queremos ver hecho realidad lo que le susurramos con interrogación de buenos presagios a la oreja del compadre: mira que si esta noche... Por eso, a hurtadillas, escondiendo nuestra fe en el pagano deseo terrenal de una victoria futbolística, le hablamos al Patrón como le hablamos a nuestro padre, para que nos conceda la salud de la victoria, el dulce nombre de nuestra alegría, la estrella del campeón, el patrocinio del mío existir, como cantaba para llorar Silvio, mi Silvio de mis asaduras.
Mira que si esta noche le añadimos un escudo más al mosaico de Santiago del Campo. Mira que si esta noche se abre el cielo y caen de la gloria papelillos blancos como ángeles tocando trompetas de victoria. Mira que si esta noche vamos de frente y por derecho y somos capaces de mover Nervión de costero a costero, con el alma por delante, sin que nadie se tangue en la trabajadora de nuestro palio de plata y claveles rojos. Mira que si esta noche nace en el balcón del tercer anillo un aliento hecho saeta acompañando el buen pie de un fútbol racheao que le devuelva a Nervión los colores y el gozo de un Domingo de Ramos. Mira que si esta noche las lágrimas se confunden con las risas y lloramos de alegría o nos alegramos de nuestro llanto porque tu compadre está ronco como un Villanueva tras entrar en Campana y romper los moldes del arte. Mira que si esta noche, después de tantas y tantas cruces de estudiantes como ha llevado la buena muerte de aquel equipo inmortal, encontramos otra vez la carrera oficial de los triunfos y vale la pena el parón de estos años porque veremos, nuevamente, cara a cara, el resplandor cambiante y mágico de la esperanza. Ojú, compadre. Mira que si esta noche...
Mira que si esta noche las bengalas sudan la cera de una cita inolvidable y Nervión es la hermandad que siempre fue: esa extraña combinación entre el ruán y la cola, entre el antifaz negro y largo y la marcha de Campanilleros, rezando con sus cantos el rosario de nuestra pasión. Mira que si esta noche los niños de blanco nos llenan las manos de caramelos y endulzan una fecha inolvidable, como la de aquel jueves de Feria en el que, con la izquierda por delante, un ángel nos abrió la puerta de la gloria, en la que hemos estado por unos años, viendo y gozando lo que otros no han podido en su vida terrenal, ¿verdad Álvaro Yanes?, ¿verdad Alexis Correa? Dice la papeleta de sitio que una vez terminada la estación volverás a tu casa por el lugar más corto si la victoria te es negada. Pero mira que si esta noche le damos la vuelta al colchón y nos encontramos que la cama es la litera de Claudia Prócula y su marido, Poncio Pilatos, nos entrega la palangana blanca de nuestra idiosincrasia para lavarnos la cara con agua fría y despertarnos del sueño con el sueño hecho realidad. Qué sentencia más dulce. Mira que si esta noche, hermanos, no hay manera de hacernos regresar a casa y alargamos la madrugá hasta el alba y el alba se convierte en mañana luminosa donde el cansancio solo refleja la alegría y serenidad de nuestra alma. Mira que si esta noche Nervión rebosa y le damos agua bendita al Cristo de la Sed. Igualá con el corazón y la casta. Que esta noche, sobre los pies, vamos directos al cielo con ellos.


* Lastima que no fue la noche que soñábamos.


miércoles, 2 de octubre de 2013

Padres de la patria

Fuente: El Mundo 30/09/2013 LA CRUZ DEL SUR. Autor: José Antonio Gómez Marín

Padres de la patria
No ha habido suerte en las autonomías a la hora de rebuscar en la Historia un personaje referente del que se pueda hablar como “padre de la patria”. Estos días vemos recrudecida la sempiterna disputa sobre el héroe nacional catalán, Rafael Casanova, quien en última instancia, si hemos de atenernos a la historiografía y no a la propaganda, fue un hasburguista que luchó en la guerra de Sucesión contra los partidarios –también catalanes en parte—de la instauración borbónica, y que fue derrotado, para acabar sus días ejerciendo de abogado, que era lo suyo. En cuanto al País Vasco, sabido es que el peneuvismo ve con desconfianza el interés ajeno por la obra de Sabino Arana, editada por el propio partido pero escondida a buen recaudo, sobre todo tras el repaso irrebatible que le propinó Jon Juaristi en “El bucle melancólico” al poner en evidencia la indigencia ideológica e incluso racional de esa obra. Los andaluces descubrieron un día –a través de Rojas-Marcos y sus pioneros– la figura respetable de Blas Infante, una víctima hasta entonces olvidada del fascismo insurgente cuya obra tampoco resiste una crítica siquiera medianamente severa, aparte de la que personalmente pueda hacérsele al personaje –como la fulminante que le hizo Gustavo Bueno—por sus actitudes personales. No tenemos en esta “nación de naciones” un Cronwell, un Robespierre, un Garibaldi, un imaginario “Infante Perfeito”, un Washington y mucho menos un Sigfrido o un Rolando; nuestros héroes patrios son mucho más modestos y, lo que es peor, mucho más controvertidos. Es verdad que los héroes se cuestionan y hasta se caen, a veces, como ha podido ocurrir en Francia con el Jean Moulin de la Resistencia, pero la norma es que pervivan indiscutidos por la evidencia de sus méritos, espejo mítico en el que se contemplan sus ciudadanos. Y eso, por desgracia, no ocurre en nuestras improvisadas autonomías.
Es posible que esa inviabilidad racional de los “padres de la patria” corra pareja a la que las propias comunidades encuentran a la hora de perfilar sin ambages su identidad, dado que esta suerte de subnacionalismo regionalista no fue menos improvisada que sus símbolos. Que la bandera vasca sea un invento de dos hermanos que recalcaron la inglesa o que el color andaluz sea el verde de los Omeyas son ejemplos que hablan por sí solos. Recordarlo en la hora crepuscular de la nación histórica común me parece que no deja de ser un ejercicio moral y político digno del mayor respeto.

Los neopapistas

Fuente: ABC 26/09/2013 EL RECUADRO DE HOY. Autor: Antonio Burgos

Los neopapistas 
Me abría ayer de capa sorprendiéndome de lo contentos que aquellos a los que les importa un rábano (o dos) el Papa, la Iglesia Católica y la religión están con lo último que ha dicho Francisco I. Matizo ahora: están contentísimos con los titulares, con las letras gordas del "Jamás he sido de derechas", con unos juicios sobre el aborto y el matrimonio que han sacado de contexto y puesto sobre lo facilongo de lo políticamente correcto como una mariposa pinchada con un alfiler sobre un panel de corcho.
Vivimos bajo la dictadura de los titulares, de los sumarios de apertura de los telediarios, del resumen de la Enciclopedia Espasa en 140 caracteres o en un SMS. Si a todos esos que pegan saltos de alegría porque el Papa es de los suyos les preguntamos que dónde ha dicho eso Francisco I, seguro que responden:-
-- En el telediario...
-- Lo he visto en Internet.
-- ¿Pero en qué sitio de Internet? ¿En la web del Vaticano, en la de "L'Osservatore Romano? ¿Dónde?
-- Ah, no sé: en Internet.
Te dicen "en Internet" como si fuera toda la red un dechado de fiabilidad y veracidad. La misma importancia le dan a haber visto lo del Papa en, un poner, los titulares de www.abc.es que en el blog personal de un loquito que se dedica a producir y difundir insultos. La infalibilidad que, por otra parte, le niegan al Papa se la otorgan a Internet. Infalibilidad que, por cierto, me sorprende que ninguno de éstos haya puesto en duda ante estas declaraciones, en la entrevista a una revista de la Compañía de Jesús, "Civiltá Cattolica", realizada por Antonio Spadaro. Si el Papa dice que no es de derechas, no se puede equivocar. Pero cuando el Papa se pronuncia contra algo que a ellos les fastidia, ponen en duda su autoridad. Por el contrario, ahora que (creen ellos) ha arrimado el ascua a su sardina (o a su mariscada, para ser más exactos) el Papa no se puede equivocar.
Y voy a lo de siempre: si se proclaman ateos o agnósticos, si no pertenecen a la Iglesia, si se mofan de tantas y tantas cosas de la religión...
--- Mientras que sea la religión católica, usted, porque de la musulmana fíjese cómo nadie tiene cojones de cachondearse...
Si la Iglesia les importa los dos pimientos que decía arriba, ¿por qué se cogen esos cabreos con descalificaciones cuando el Papa, al recordar la doctrina cristiana, les estropea su pasodoble? Y ahora, ¿por qué están tan contentos con lo de que el Papa jamás fue de derechas? ¿Pero a ustedes no les traía sin cuidado el Papa, que era esto y lo otro, y la Iglesia, que era lo otro y lo de más allá? Pero se quedan en los titulares. Aquí nadie ha leído los 27 folios que la entrevista tiene en su traducción oficial española, que pueden encontrar hoy en el suplemento "Alfa y Omega" que se entrega con ABC. Y prueba de que estos más neopapistas que el Papa no la han leído es que ninguno de ellos se ha escandalizado porque en ella se cite a don José María Pemán.
-- No me diga usted que en esa entrevista se cita a Pemán. Pero este hombre, ¿no dice que jamás ha sido nunca de derechas, cómo es entonces que cita a Pemán?
Porque es un hombre al que la Verdad hace libre, no como ustedes, que sólo obedecéis a consignas. Se cita a Pemán, pero también se cita "La casada infiel" de García Lorca, ¿eh? Pero como no han leído nada y hablan de oídas, pues nada, han reducido al Papa a la caricatura que les interesa y poco menos que lo han apuntado a la Teología de la Liberación a bordo de su Cuatro Latas. Los más papistas que el Papa antes eran de derechas. Sin que la Iglesia se haya movido de su sitio, ahora son de izquierdas. Es menester ver... Aunque no quiero ni pensar la que le habrían liado al Papa si hubiera llegado a decir: "Yo jamás he sido de izquierdas, gracias a Dios".