El nuevo Ford A fue designado nuevo modelo en 1928, y estaba a la venta en cuatro colores estándar, ninguno de ellos el negro. De este modelo de automóvil llegaron a producirse 4.320.446 unidades.
De manera análoga al modelo T de Ford, el Ford A también fue una construcción robusta y simple que, con los años, fue sometida a revisiones periódicas a fin de modernizarla. Para poder contentar a una amplia clientela, además de la versión estándar en limusina se fabricaron también diversas alternativas, como turismos sin capota, roadsters o cabriolés. Con el Ford A, la empresa intentó igualmente hacerse un hueco en el mercado europeo. Con este objetivo, desde el verano de 1928 se produjo el vehículo también en Berlín y con ello comenzó la expansión de Ford en Europa. Para el mercado europeo, la cilindrada del Ford A tuvo que reducirse por varios motivos fiscales a 2023 centímetros cúbicos, por lo que la potencia también disminuyó a 28 Cv. Originalmente el Ford A disponía de una cilindrada de 3285 cm³ con 4 cilindros y una potencia de 40 Cv/30 kW.
El modelo A se produjo en una amplia variedad de carrocerías y modelos, entre estas: coupé (estándar y de lujo), coupé de negocios, coupé deportivo, roadster coupé (estándar y de lujo, ver → Ford Model A Deluxe Coupe), cabriolet descapotable, sedán descapotable, phaeton (estándar y de lujo), tudor (estándar y de lujo, ver → Ford Model A Deluxe Tudor), town car, fordor (2-ventana) (estándar y de lujo), fordor (3-ventana) (estándar y de lujo), victoria, estanciera, taxi y camioneta entre otros. Además de sus ofertas comerciales de su nueva carrocería de ½ tonelada del chasis A, Ford creó un programa aún más ambicioso de carrocería con el nuevo chasis AA de camiónes de 1½ tonelada.
Su producción en Detroit culminó en agosto de 1931, dando lugar a otro éxito de la marca del óvalo: el Ford V-8.
Henry Ford y su Ford A Sedán Tudor de lujo - 1929
Roadster de lujo y Sedán Tudor
Camión Modelo AA de 1½ tonelada y Camioneta de cabina cerrada - 1930
EL CAMIONERO
Esto es un camionero que transporta 15 toneladas de
nitroglicerina y justo en lo mas alto al bajar de una montaña se da cuenta de que
no tiene frenos y empieza a bajar cada vez mas rápido. El camión va
derrapando como si fuese una moto, esquivando como puede a los coches
que vienen en dirección contraria.
Va botando todo el rato, porque el firme de la carretera esta lleno de baches, y de vez en cuando choca ligeramente con el muro que hay al lado de la carretera. El conductor intenta en vano encontrar algún desvió, y al final el camión se sale de la carretera por una curva que da a un precipito muy profundo.
El desgraciado conductor intenta quitarse el cinturón de seguridad, pero se ha atascado; mientras el camión va cayendo, se las apaña para cortarlo con una navaja que se le escurre entre los dedos varias veces, porque los tiene llenos de sudor. Intenta abrir la puerta, pero en uno de los choques contra el muro se ha deformado y es imposible moverla, así que coge el extintor y empieza a golpear el parabrisas; como es de cristal superesistente le cuesta mucho, pero al final consigue romperlo y salta. Sin embargo, se engancha con los vaqueros en uno de los hierros; intenta soltarse, pero es imposible, así que se los quita y por fin sale del camión. A pesar de que no ve nada, porque ha perdido las gafas, consigue agarrarse a una rama. En ese momento, el camión explota con tanta violencia que a su alrededor cae una lluvia de fragmentos ardiendo y se produce una avalancha encima suyo.
El hombre aguanta como puede los golpes de las piedras en la cabeza, pero la rama es demasiado pequeña y se desprende. El camionero baja rodando por el barranco, golpeándose con todas las piedras, casi pierde el conocimiento, hasta que consigue agarrarse a un cardo borriquero y cree estar a salvo; sin embargo, debajo de esa rama hay una colmena. Nuestro hombre es alérgico al veneno de las abejas, pero como no puede soltarse porque la caída seria mortal, aguanta impasible sus picaduras. Transcurre un rato que le parece una eternidad hasta que oye unos gritos; le dicen que le han visto y que van a llamar a la Guardia Civil. No hay cobertura en la zona, así que tienen que ir hasta el pueblo mas cercano, a 20 kilómetros de distancia; un atasco impide que la ayuda llegue pronto, y cuando llega la Guardia Civil se dan cuenta de que van a necesitar cuerdas para llegar hasta el fondo para rescatarle, y vuelven a por ellas. El camionero aguanta varias horas bajo el sol ardiente, que le produce quemaduras de tercer grado, pero al final es rescatado. Entonces uno de sus salvadores le dice:
- ¡Gracias a Dios, se ha salvado!.
- ¡¡¡No, gracias a Dios no!!!, me he salvado gracias a ese cardo, porque las intenciones de Dios estaban bien claras.
Va botando todo el rato, porque el firme de la carretera esta lleno de baches, y de vez en cuando choca ligeramente con el muro que hay al lado de la carretera. El conductor intenta en vano encontrar algún desvió, y al final el camión se sale de la carretera por una curva que da a un precipito muy profundo.
El desgraciado conductor intenta quitarse el cinturón de seguridad, pero se ha atascado; mientras el camión va cayendo, se las apaña para cortarlo con una navaja que se le escurre entre los dedos varias veces, porque los tiene llenos de sudor. Intenta abrir la puerta, pero en uno de los choques contra el muro se ha deformado y es imposible moverla, así que coge el extintor y empieza a golpear el parabrisas; como es de cristal superesistente le cuesta mucho, pero al final consigue romperlo y salta. Sin embargo, se engancha con los vaqueros en uno de los hierros; intenta soltarse, pero es imposible, así que se los quita y por fin sale del camión. A pesar de que no ve nada, porque ha perdido las gafas, consigue agarrarse a una rama. En ese momento, el camión explota con tanta violencia que a su alrededor cae una lluvia de fragmentos ardiendo y se produce una avalancha encima suyo.
El hombre aguanta como puede los golpes de las piedras en la cabeza, pero la rama es demasiado pequeña y se desprende. El camionero baja rodando por el barranco, golpeándose con todas las piedras, casi pierde el conocimiento, hasta que consigue agarrarse a un cardo borriquero y cree estar a salvo; sin embargo, debajo de esa rama hay una colmena. Nuestro hombre es alérgico al veneno de las abejas, pero como no puede soltarse porque la caída seria mortal, aguanta impasible sus picaduras. Transcurre un rato que le parece una eternidad hasta que oye unos gritos; le dicen que le han visto y que van a llamar a la Guardia Civil. No hay cobertura en la zona, así que tienen que ir hasta el pueblo mas cercano, a 20 kilómetros de distancia; un atasco impide que la ayuda llegue pronto, y cuando llega la Guardia Civil se dan cuenta de que van a necesitar cuerdas para llegar hasta el fondo para rescatarle, y vuelven a por ellas. El camionero aguanta varias horas bajo el sol ardiente, que le produce quemaduras de tercer grado, pero al final es rescatado. Entonces uno de sus salvadores le dice:
- ¡Gracias a Dios, se ha salvado!.
- ¡¡¡No, gracias a Dios no!!!, me he salvado gracias a ese cardo, porque las intenciones de Dios estaban bien claras.
“El PSOE sufre una esquizofrenia por no romper con la gestión anterior” 1/12/2012, acusa a su socio de Gobierno en la Junta de Andalucia, el PSOE, de sufrir una “esquizofrenia” por no querer romper con la anterior gestión, plagada de irregularidades en la Consejería de Empleo. (diputado por Cádiz de IU en el Parlamento Andaluz y ha sido Presidente de la Comisión parlamentaria del caso Eres)
* La esquizofrenia es un diagnóstico psiquiátrico en personas con un grupo de trastornos mentales crónicos y graves, caracterizados por alteraciones en la percepción o la expresión de la realidad.
Señor García los únicos que no perciben (los socialistas lo tienen claro lo que quieres, que es negar todo y "salvar los muebles") lo que quiere la sociedad andaluza (por lo menos los que no son "borregos socialistas") es que se hubiera condenador a los autores intelectuales y necesarios del saqueo de dinero público hecho por medio de los Eres fraudulentos son usted y sus compañeros diputados de IU en el Parlamento Andaluz. Y la realidad es que son ustedes los que han salvado políticamente a los responsables directos de los hechos, ayudando a "condenar" solo a uno de los ejecutores y descargando sobre él toda la responsabilidad que pasaba por lo menos por otro director general de empleo, dos consejeros de ídem, varios consejeros de economía y dos presidentes autonómicos andaluces. Para mas "inri" en vez de responsabilizarse usted y sus compañeros de IU de vuestros votos y decisiones de "salvavidas socialista" echan la culpa al PP.
Los esquizofrenicos son ustedes los de IU que creen vivir en una realidad virtual cuando son simplemente cómplices de la política nefasta en todos los campos de la Junta de Andalucia.
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