¡Disculpado estás Presidente!

Por lo menos de mi parte.
Siento que tengas que cumplir la pena impuesta en la sentencia del "caso minutas", pero no queda otra; ¡el que la hace, la paga!.
Pero que no se lleve a engaño nadie, paga por algo hecho fuera de su labor como Presidente del Sevilla FC, es decir en su vida privada o profesional.

Te disculpo porque es de humano querer aprovechar tu cargo para intentar rebajar la pena impuesta en la Audiencia de Málaga ante el Tribunal Supremo. Te la disculpo también porque has sido uno de los mejores Presidente de MI Sevilla de toda nuestra historia de más de 108 años.

Fuiste valiente al hacerte cargo de la Presidencia cunado "no había ni para balones" como dijo un consejero de aquel entonces en 2002 y después de pasar por los peores presidentes de nuestra historia;  González de Caldas, Rafael Carrión y Francisco Escobar.

¡Y SI, fue calderilla la deuda!, esa deuda que le daban miedo a alguno y que gracias a tu empeño y al gran equipo directivo que formaste, y por supuesto al grandioso equipo de técnicos y jugadores que han pasado durante once años de mandato delnidista.

Contigo como Presidente hemos (mas que a mucho les joda y les pese) conseguido el "climax" futbolistico y hemos tocado el "cielo" de los Títulos nacionales y europeos (solo falto la liga, que nos arrebataron un arbitro y los despachos federativos, de la LFP y de dos clubes). Contigo saneamos a la SAD y ademas tuvimos "dinero en la cartera, estuvimos en el taco".

Cierto también es que se cometieron fallos, pero en la balanza gana por mucho los aciertos.

No eches cuentas a los fanáticos de los biris, estos no solo no representan al sevillismo, muchos ni a ellos mismos. Ese ha sido uno de tus fallos no haber seguido con las medidas de principio de la temporada pasada. ¿Quien son ellos para pedir nada?, ¿quien son ellos para llamar nada a nadie, si por culpa de ellos, de sus peleas es pronunciado con odio el nombre de mi Sevilla FC?.

En resumen; disculpado quedas; gracias por ser un gran Presidente y a purgar el delito cometido.