lunes, 30 de diciembre de 2013

Andalucía, “sub iudice”

Que se puede esperar de una región que hace monumentos a delincuentes (ladrones) del siglo XVIII y XIX como algo representativo del pasado.
Una región donde se le adjetiva como astuto al que escamotea impuestos, ve normal que un cargo político "enchufe" a correligionarios o familiares, ...

Fuente: El Mundo  30/12/2013 LA CRUZ DEL SUR  Autor: José Antonio Gómez Marín

Andalucía, “sub iudice”
La “Andalucía imparable” de que habla la propaganda oficial, a punto está de coger el relevo de la Andalucía bandolera que tanto fascinó a los viajeros europeos del XIX. No como sujeto colectivo, por supuesto, sino como consecuencia de la lamentable actuación de algunas de sus personalidades, representación a todas luces inmerecida de un país como otro cualquiera pero históricamente tan propicio al tópico. ¿O es que puede verse de otra forma la situación de tantos personajes de esa vida pública que hoy se encuentran “sub iudice”, investigados cuando no condenados por los jueces para desconcierto de una inmensa mayoría que nunca anduvo tan estupefacta? El recuento es fácil: hay en este momento dos Presidentes de la autonomía “pre-imputados” por el mayor escándalo económico registrado en nuestros anales, a los que acompañan seis consejeros de sus Gobiernos, un puñado de altos cargos, algunos diputados y hasta personal administrativo, por no hablar de los dos grandes sindicatos “concertados” o de la Patronal ni de la tira de alcaldes y concejales que acumulan legajos en los Juzgados, todos por causa de una corrupción generalizada y, al parecer, irremediable que parece ser el fruto más podrido del bipartidismo. ¿Cabe esperar rectitud de conciencia en un pueblo que se ve así degradado por su dirigencia, tanto política como civil, estará en cuestión el propio sistema de libertades o llegará a estarlo por la codicia de un estamento dirigente que, en realidad, es una “clase dentro de una clase” y en el que, al parecer, todos son primos hermanos?

La democracia es –se dice—el único sistema capaz de regenerarse a sí mismo al menos mientras el poder judicial mantenga su autonomía y no se vea, como se ve en estos momentos, rehén de los partidos de gobierno. ¿Que Andalucía no es una excepción? Sea, pero igualmente cierto es que pocas veces se halló en manos tan irresponsables. Y lo malo es que ya me dirán cómo podrá regenerarse el cuerpo político (o el social) estando como están en manos de los mismos que los degradan. Ninguna lotería tan útil y necesaria para esta comunidad como una enérgica sanción capaz de devolver a la sociedad siquiera una esperanza de recuperación moral. Si esa sanción no llega, el crak moral estará garantizado y la vida social a un paso del síncope. Ya hay estatuas de bandoleros levantadas en algunos pueblos nuestros como un aciago anuncio de lo que pueda venir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario