domingo, 11 de noviembre de 2012

Fin I Guerra Mundial, el lorito y la perla de Artur Mas


Tal día como hoy de 1918 a las 11 de la mañana, en un vagón de tren, como improvisado cuartel general del mariscal francés Ferdinand Foch, en el bosque de Compiégne, cerca de París (Francia), se firmo el armisticio que ponia fin a la más terrible guerra jamás conocida por la Humanidad: la Primera Guerra Mundial. Cuatro días antes, el jefe de la delegación alemana, Mathias Erzberger, había partido en coche de las líneas alemanas, llevando una hoja de papel en blanco con la firma al pie del canciller alemán, con instrucciones de aceptar, in extremis, las condiciones que fuesen, pero evitando en lo posible una humillación para el Ejército del Káiser. El día 9, cuando Erzberger ya conocía las condiciones aliadas que equivalían a una rendición total, se enteró de la caída del emperador Guillermo II y su imperio, y su cambio por una República presidida por el socialdemócrata Friedrich Ebert.
La Primera Guerra Mundial alcanzó unas dimensiones nunca antes vistas. Los combates se extendieron a frentes en varios continentes, duraron más de cuatro años y movilizaron a millones de efectivos. Los contendientes usaron todas las armas resultantes de los avances técnicos de fines del siglo XIX y comienzos del XX (cañones de gran calibre y alcance, ametralladores, armas químicas, aviones, tanques, submarinos, automóviles, etc.).
Las pérdidas humanas alcanzaron cifras previamente inimaginables. El coste humano del conflicto debió rondar los diez millones de muertos y el doble de heridos. Estas cifras superan a las de todas las guerras habidas durante el siglo XIX. Si tenemos en cuenta las pérdidas civiles, puede que, incluyendo el déficit de nacimientos, la epidemia conocida como “gripe española” y los genocidios, Europa, excluida Rusia, casi el 10% de los aproximadamente 250 millones de habitantes con que contaba antes de la guerra. En Rusia, la Revolución bolchevique y la guerra civil posterior engrosaron la factura demográfica muy por encima de esa cifra.
   
    
   
    
     


EL LORITO

Una Señora quería comprar un loro. Va a la tienda de mascotas, y el joven que la atiende, le comenta que sólo tiene un loro, pero que éste había pertenecido a una señora, que tenía un BURDEL, por lo cual su vocabulario, no era del mejor, sino lo contrario, era altamente insolente.
A la señora no le importó, y dijo que lo educaría nuevamente.
Llega a su casa y destapa la jaula, y el loro comienza: 'Nueva casa, nueva madame'.
La señora suelta una carcajada, y espera ansiosa a que sus hijas lleguen de la escuela.
Llegan las chicas y el loro al verlas dice:
'Nueva casa, nueva madame, nuevas prostitutas"
Las hijas no pueden contener la risa y esperan a que su padre, llegue para que vea al loro.
Llega el papá a la hora de la comida y el Loro dice:
'Nueva casa, nueva madame, nuevas prostitutas, pero los mismos clientes... ¡Hola Evaristo!'

LA PERLA DE ARTUR MAS 

"Las constituciones se adaptan, y si no se adaptan, no se anulan las voluntades de los pueblos" 20/09/2012. Artur Mas es Presidente de la Generalitat de Cataluña.

* Claro que este señor se refiere a cambiar solo cuando le convenga a él en particular y a Cataluña en general. Este es un espécimen mas de político mediocre que consiguió el poder por eliminación de rivales mas preparado, es decir se hizo un nombre a base de "segar la hierba a sus rivales dentro de la coalición CiU. 

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