Hay pocos paises en que gente con cargos muy representativos en un gobierno totalitario pueda pasar a otro democratico y en una sitio politico totalmente opuesto al anterior (¡o no?).
Este es el caso del amigo ahora de los amigos de los asesinos etarras, Federico Mayor Zaragoza. Mayor Zaragoza que aunque nacido en Barcelona, la Junta de Andalucia no tuvo empacho en hacer Hijo Predilecto de nuestra Comunidad a cuenta de los servicios prestados al partido, el PSOE.
Este no es el unico caso, muy representativos son los del fallecido Jesús de Polanco, propietario del grupo Prisa y el de su "mano derecha" Juan Luis Cebrián.
Pero el caso que nos ocupa hoy es el de Mayor Zaragoza y su plan de crear un nuevo partido (enmascarado en movimiento ciudadano), apéndice de PSOE para aprovechar el descontento de la ciudadanía con los partidos políticos.
Lo que ha hecho y hace este individuo ha tenido un nombre siempre en el vocabulario español: SER UN TREPA.
Fuente: El Diario de Sevilla. 5/07/2013 LA CIUDAD Y LOS DÍAS. Autor Carlos Colón
Al abuelo tiene un plan
SÓLO en este país de Goya, Benavente y Valle Inclán -pinturas negras,
intereses creados y esperpentos- se podía presentar como el segundo
espada de una cuadrilla de renovación democrática progresista quien fue
subsecretario de Educación y Ciencia del Gobierno que presidió Carlos
Arias Navarro, cuyos méritos durante la guerra y la posguerra le
valieron el apodo de El carnicero de Málaga. Sólo hace tres años
el PSOE le montó una justificada bronca al PP en el Ayuntamiento de
Madrid por negarse a quitar el nombre de Arias Navarro a un parque. En
aquella ocasión la socialista Noelia Martínez les recordó a los
populares lo del carnicero de Málaga. Ahora el anciano que
participó en el último Gobierno franquista de Arias Navarro se recicló
en UCD, gozó de la Unesco e hizo un regate hacia el PSOE, integrándose
en la plataforma de apoyo a Rubalcaba en 2011, hasta encontrar en el ¡Indignaos! de Hessel su nuevo Damasco y escribir los sospechosamente parecidos Reacciona, Basta o Delito de silencio: ha llegado el momento. Es tiempo de acción,
sea una de las cabezas de la Convocatoria Cívica que pretende llamar al
"poder ciudadano" y la "movilización social" para construir una
alternativa política que logre una "auténtica democracia" y "ponga fin a
los escándalos de corrupción".
Para lograr este fin nada como que el primer espada sea Garzón,
condenado por el Supremo a 11 años de inhabilitación y expulsado de la
carrera judicial por realizar escuchas ilegales. En la sentencia se le
tachó de "arbitrario" y "totalitario", y se le acusó de "laminar
derechos" y ordenar prácticas "propias de sistemas políticos ya
superados" al intervenir las comunicaciones entre los abogados y sus
defendidos. Como Garzón pidió el certificado de defunción de Franco, tal
vez Mayor Zaragoza le pueda dar una pista, ya que participó en el
Gobierno de quien dijo a los españoles que había muerto.
Que no cunda el pánico. En este país nunca falta esa razón de la
sinrazón que a mi razón se hace, y que de tal manera que mi razón
enflaquece, que justifica todo dislate. Mayor ha seguido un camino de
perfección que le ha llevado de Arias Navarro a Hessel pasando por
Suárez y Rubalcaba. Mientras que Garzón es la víctima de una justicia
lacaya del PP. Y santas pascuas. Por eso les arropa la comunidad del
anillo progresista con Almudena Grandes, Isabel Coixet, Pilar del Río o
Joaquín Sabina. Y Llamazares les aplaude.
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