Aquí tenéis un artículo del pasado sábado de Antonio Burgos que con su arte escribiendo plasma el sentir de muchos cofrades ante el "invento" del Arzobispo Asenjo, el mismo que ha negado a muchas hermandades hacer salidas extraordinarias en conmemoración de distantes efemérides de las ídem. En el caso de Mairena, el no permitir que el Stmo. Cristo de la Cárcel celebrase el 75 aniversario de el actual cuadro saliendo en procesión con su paso y tuviera que hacerlo en andas y casi a escondidas.
Sin embargo con la excusa del año de la Fe se "saca de la manga" un espectáculo de Imágenes en sus pasos y para parecer serios les quita la música de bandas, en vez de hacerlo en andas todas y sin música. Es decir Si pero No.
Romance
del Vía Crucis
Aquí comienza el romance de aquel Vía Crucis
Magno que en la ciudad de Sevilla debió haberse celebrado y del que las
malas lenguas, con cuchillos afilados, decían que no era tal, que era
una "mudá con santos". Se celebraba en la Iglesia, a modo de un Año
Santo, este Año de la Fe, el que fuera proclamado por el Papa Benedicto,
el que ahora ha renunciado, creo que no por edad, y que no de fuerzas
falto, sino que estaba ya el hombre hasta la tonsura harto de los tejes y
manejes del personal vaticano, y no le da más la gana de lidiar a ese
ganado. Y en Sevilla, el arzobispo que tiene nombre de árbitro, pensó
del modo y manera de sumarse a lo mandado para gloria de la Fe...
¡Silencio pueblo cristiano! La bombilla se ha encendido en su despacho,
en Palacio. Se le ha ocurrido una idea, sobre cómo celebrarlo. Y
solemnemente anuncia que habrá Vía Crucis Magno, por más que magno me
suene a algún brandy jerezano. ¿Será al sevillano modo, el primer
viernes de marzo, de la Casa de Pilatos a la misma Cruz del Campo, que
no en tanque de salmuera, sino con rezos y cánticos, y la Cruz de las
Toallas, Lignum Crucis bajo palio? ¿O será este Vía Crucis como el
Consejo ha inventado, eligiendo en votación una imagen cada año, que
tiene en lista de espera diez Cristos crucificados? De ninguna de estas
formas será lo que se ha anunciado. Será al madrileño modo, cuando desde
el Vaticano llegó el Papa Benedicto a hartarse de ver pasos: unos de
Valladolid, y los otros zamoranos, de Cartagena y de Murcia, mas ninguno
sevillano, que Triana no ha querido que galope su caballo. Será
igualito que aquello, así que vayan pensando, qué Cristos son elegidos,
que serán catorce pasos, que es número de quiniela, y con bote
acumulado. ¿Dónde llevamos los Cristos? ¿A la Plaza España acaso? ¿A la
calle del Infierno que también es sitio amplio, donde ya vino hasta un
Papa para en Cielo transformarlo? No, señor, esto se hace desde la Lonja
hasta el Banco. "Allí no cabe la gente". "Que se vayan apretando".
"¿Qué va a decir el Cecop"? "Beba agua y cambie el paso". Con todas las
papeletas de quedar como Cagancho, el gran Cagancho quedó aquella tarde
en Almagro, "¿por qué se inventa usted nada, si aquí está todo
inventado?".
Y se elige al Gran Poder, El Cachorro, Los
Gitanos... Cristos sin ningún tirón; vamos, tres cruces de mayo... Y
Torreblanca, que venga, pues ellos nunca llegaron a este templo
patriarcal, santo y metropolitano. "Fagamos una obra tal que peguemos el
petardo". ¿No juegan a los pasitos? Pues juguemos a los pasos. Venga
ya, ¡toma! ¡Catorce! ¿No os jartáis? ¿Será por pasos?
Y así fue llegado el día tal como estaba
anunciado y con la novelería que en Sevilla nos gastamos, los mismos que
criticaban son los más interesados en ver llegar sin la banda al paso
de San Gonzalo, y al pasocristo La Estrella como irá trianeando sin
tambores ni cornetas, sólo cantos gregorianos, y ver con un sol de tarde
al Gran Poder soberano.
Y como Dios allí arriba estaba muy
preocuopado por Sevilla y su arzobispo, por el pueblo sevillano, San
Pedro al verlo le dijo: "Déjalo Tú de mi mano, que voy a mandar mis
nubes y se va a tomar por saco esta locura imposible en la tierra del
Fagamos". Y sin que caigan canales ni haya ríos desbordados, San Pedro
se las arregla en la víspera del sábado, y los pronósticos llena de
nubarrones muy malos: "¡Anda, no va a caer ná!". "Pues por Huelva,
diluviando"... Los señores del Consejo vota que vota, votando, dicen que
mejor será hacerle a San Pedro caso, y aunque Torreblanca quiera, el
Gran Poder, ni pensarlo de que salga con la lluvia...y con El Cachorro
al lado. Así que, señores, fue de San Pedro este milagro. Dentro de la
Catedral y vestido de paisano, ya bendice el arzobispo con Lignum
Crucios sagrado y en paz y en gracia de Dios el peligro se ha alejado.
Que sólo con cuatro gotas, San Pedro nos lo ha evitado: "Fagamos una
obra tal que peguemos el petardo". No inventen más, se lo ruego, que
aquí está todo inventado.
Fuente: abc.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario