sábado, 15 de junio de 2013

Hermano Lobo

Han pasado 40 años de estas portadas de la revista de humos Hermano Lobo o como ellos decían "semanario humorístico dentro de lo que cabe" y están en plena actualidad.

Fuente: ciberniz.com
La vida de esta revista o semanario se extendió desde el 11 de mayo de 1972 al 6 de junio de 1976. En ese tiempo se publicaron de 213 números. Su tamaño era de 38 X 25 cm., su precio inicial de 15 pesetas, estaba impreso en buen papel de excelente gramaje, constaba de 16 páginas y se utilizaban dos tintas, de forma que el color fuese mudando semana a semana.
Creado y animado por Chumy Chúmez (aunque al principio figurara como director Ángel García Pintado, después sustituido por Bernardo de Arrizabalaga), se inspiró en Charlie Hebdo y procuró dar la máxima importancia a los dibujantes, relegando a los escritores a una tarea complementaria, mientras les obligaba, además y en la medida de lo posible, a ocultar sus nombres verdaderos bajo los correspondientes seudónimos, de manera que no había forma de identificar la personalidad que se ocultaba tras ellos. 
Veamos algunos ejemplos: Arturo Ruibal era "Sir Arthur", Emilio de la Cruz Aguilar, "Mc Macarra" y "Aemilius", Joaquín Jiménez Arnau, "Jimmy Corso", Francisco Umbral, "Lord" y "Tío Óscar", y así. Otros articulistas fueron Carlos Luis Álvarez "Cándido" que se firmaba "Licántropo", Luis Carandell "Luigi Sametegal" y "Don Luis", Manuel Vicent, José Luis Coll y Rosa Montero; pero quienes atraían la máxima atención eran los artistas gráficos: Chumy Chúmez, Manuel Summers, Gila, Perich, Cesc, Ops, y Forges.

Este último haría eclosión y alcanzaría su cénit en las páginas de Hermano Lobo con una serie de innovaciones gráficas y, sobre todo, con ilustraciones a gran tamaño plagadas de un sin fin de bocadillos, que venían a ser como una versión nueva y original de las célebres multitudes de Opisso en los años 30.
Pese a esa preponderancia gráfica, curiosamente lo que sobrevivirá al semanario a través del tiempo serán dos secciones escritas: "Las casettes de Mc Macarra" y, sobre todo, "El Diccionario de Coll", que habría de transformarse en su formato de libro en todo un best-seller y que, ya entrados en el siglo XXI ha merecido una ampliación actualizada.
Posteriormente el equipo se fue incrementando con dibujantes como Saltés, Dodot, Cortázar, Amalito y Ramón, al tiempo que Ops se desdoblaba también en El Roto, mientras otros escritores aumentaban asimismo su nómina: Eduardo Haro Teclen, que también se firmaba como "Pozuelo", y Manuel Vázquez Montalbán como "Sixto Cámara" o "Adolfo".
Se ha escrito que el humor de Hermano Lobo fue renovador en su época, cáustico con el poder, irreverente y crítico con la sociedad de su tiempo. No obstante al entrar en el tercer año de su existencia comenzó a experimentar una huida de lectores que llevó su economía a números rojos.
Había desaparecido el impacto de la novedad de un humor que terminaba por resultar excesivamente coyuntural en la dura etapa de la transición social española. No se supo dar con la fórmula renovadora y al fin, con un especial de verano con muchas más páginas vendido al precio de 60 pesetas, concluyó una aventura por demás estimulante. 

Se ha dicho que el humor de “Hermano Lobo”, cáustico con el poder, irreverente, y muy crítico con la sociedad, fue el más inteligente y mordaz de aquellos tiempos. Antes, se ironizaba mucho más sobre la situación política, se provocaba más la sonrisa; ahora, ya no sonreímos tanto. Se echa bastante en falta. No debemos olvidar que para muchos: el humor es un arma de intervención en la realidad.
     
      



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