Fuente: ABC 13/02/2015 EL RECUADRO Autor: Antonio Burgos
Símbolos franquistas
Un señor que por lo visto no tiene nada más
importante que hacer, en vez de irse por las tardes a jugar al dominó a
la Peña Trianera, que sería lo suyo, se ha dedicado a denunciar a
treinta y ocho alcaldes españoles, porque dice que mantienen en sus
ciudades símbolos del franquismo. Como si no hubiera paro, ni los
chavales con Derecho más Económicas no se tuvieran que ir a Alemania;
como si aquí ningún político hubiera metido la mano en el cajón; como si
el sistema mismo no estuviera amenazado por unos criptocomunistas
coletudos que lo malo no es lo granujas que son, sino lo pronto que han
aprendido a serlo... Como si nada de eso pasara, y el crédito a las
pequeñas empresas y a los autónomos fluyera como el Guadalquivir por
Gelves, y no estuvieran atorados los juzgados mercantiles con las
suspensiones de pagos, a este señor no se le ocurre más que dedicarse al
rebusco de yugos y flechas.
Y entre los alcaldes denunciados, Zoido.
Como si los anteriores del Ayuntamiento no se hubieran hartado de quitar
nombres de calles que les olían a dictadura, con casos de evidente
injusticia histórica, como el General Merry, que estuvo en la
guerra...de Cuba; o de Domingo Tejera, el periodista carlista al que
Franco le cerró el diario; o Fal Conde, a quien el dictador desterró de
Sevilla. ¡Lo que es el no saber!
Zoido ha respondido al denunciante
diciéndole que le señale dónde hay un solo símbolo franquista en
Sevilla, que lo quita del tirón. Mejor que no se lo señalen a usted, Don
Zoido, porque se puede ver un número. Gran parte de la Sevilla que
conocemos, con barriadas enteras y hospitales incluidos, es un símbolo
del franquismo. O sea, que como haya que acabar con esos símbolos, de
momento hay que echar abajo la calle Imagen enterita, porque es el
máximo exponente del urbanismo franquista. Y como tengamos que acabar
con los símbolos del franquismo, de momento nos quedamos sin hospitales,
porque los gobiernos de Franco levantaron el Virgen del Rocío y el
Macarena, los dos, que no se pongan ahora medallas los de la Junta y los
siete mil millones de paniaguados de bata blanca que están enchufados
con su carguete en el SAS.
Si Zoido quisiera acabar con los
símbolos del franquismo, de momento tenía que llamar a mi querido amigo
Pavón el Derribista y dejar la Plaza del Duque como la palma de la mano,
porque todos los crímenes arquitectónicos que la componen, todos, se
perpetraron durante la dictadura, cuando un alcalde que era catedrático
de Historia del Arte autorizó el derribo de los Almacenes del Duque, de
la Casa Sánchez Dalp, de la Casa Cavaleri, del Colegio Alfonso el Sabio y
del Hotel Venecia. Y por supiesto que allí las Comisiones Obreras se
iban a quedar sin sede, porque ocupan el edificio de los Sindicatos
Verticales del franquismo. Y la mitad de la población sevillana tendría
que irse a vivir en campamentos de refugiados, porque habría que demoler
inmediatamente el Polígono de San Pablo, Las Letanías, Los Diez
Mandamientos, Los Pajaritos, Pío XII, El Tardón, La Barloa y docenas de
barriadas más de pisos entregados a los trabajadores por la dictadura.
¿Seguimos? Si se trata de acabar con los recuerdos del franquismo, la
antigua Fábrica de Tabacos tiene que volver a ser factoría de farias y
picadura fina. Y hay que echar abajo la mitad de los edificios
universitarios de Reina Mercedes. Ah, y prepárense para pasar sed,
porque habría que dinamitar La Minilla, El Pintado y la mayor parte de
los pantanos de la red de abastecimiento de agua a Sevilla.
¡Cuántas chorradas, Dios mío! ¿Pero es
que no van a dejar de acordarse de las castas del franquismo para pasar a
denunciar los escándalos de la Junta, que ésos sí que son gordos? Y si
usted, por decir yo estas cosas obvias, me llama facha y franquista, le
recordaré, so pedazo de mamón, que fui antifranquista cuando había que
serlo: con el dictador vivo en El Pardo y con la Brigada Político-Social
deteniendo y enchironando a la gente en los sótanos de La Gavidia,
cuando te la jugabas por pedir libertad y democracia. La Social en La
Gavidia... Otro edificio que también habría que echar abajo. ¡Tequiyá a
lo que rima con "abajo"!